Visita al Heraldo


 Un miércoles a las 7: 40 de la mañana me encontré en la afueras del Colegio con mis compañeros y amigas de curso, pues esa mañana tuvimos una salida de campo a al Heraldo. Nuestro transporte había llegado y todos ansiosos subimos a él, luego de estar abordo dos compañeros pusieron nuestra salida en las manos de Dios. Durante el viaje todos  íbamos con recocha, esperando pronto la llegada a la instalación del Heraldo.
Al llegar a nuestro destino sentí una emoción que pude compartir con mis compañeros y  amigas, de inmediato sentimos las ansías de ingresar y observar todo lo que se encontraba allí escondido y guardado para nosotros; las ansias de saber todo lo relacionado con el periódico. Hicimos un recorrido por todas las secciones de cómo obtener, redactar, realizar y organizar una noticia, una publicidad o revistas, en la estructura adecuada del periódico; pasamos a la sección de maquinaria donde nos estaba esperando la persona encargada de explicarnos el funcionamiento y la manipulación de estos objetos y para que servía cada uno de ellos. Pude aprender que hay máquinas que imprimen la noticia  en una hoja de aluminio y esta sirve para terminar los encuadres de la estructura del periódico; debido a que otras máquinas tendrán el trabajo de pasarla al papel con los colores adecuados del periódico.
También nos dieron a conocer que en esa misma instalación del Heraldo se  trabajaba con los periódicos de “al Día”. Entre más tiempo pasaba sentíamos que todo era más interesante, el conocer más allá de lo que se veía a simple vista, todos mis compañeros sentían curiosidad y realizábamos preguntas adecuadas para que los guías nos respondieran  con claridad las inquietudes que surgían mediante  el recorrido.
         Luego de todo el recorrido, volvimos al punto de inicio donde todo finalizó Tuvimos la bella experiencia de conocer la instalación del Heraldo; después de agradecer por todo lo que pudimos vivir en ese lugar tuve una sesión de fotos con mis amigas y compañeros de curso sin dejar por fuera a las profesoras Migdonia Abud y María Mercado quienes hicieron que esta experiencia fuera posible.


1 comentarios:

Jesús Mercado Mendoza dijo...

muy bellas palabras

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